Desde Santiago (Chile) – La Clase X, la nueva pick-up mediana de Mercedes-Benz, se lanzará a la venta en la Argentina a comienzos de 2019. Se fabricará en Córdoba, donde empezará a producirse a fines de 2018. Sin embargo, Mercedes-Benz Argentina nos invitó a manejarla esta semana en Chile.
¿Por qué tanta anticipación?
En primer lugar, porque este fue un evento internacional. La Clase X saldrá a la venta en Europa el mes que viene, con producción en España. Y, a principios de 2018, se lanzará también en Sudáfrica y Australia.
Además, como Mercedes-Benz no ofrece en este momento ninguna pick-up en su portfolio, en la marca no existe preocupación alguna porque el “ruido mediático” afecte a las ventas o al stock de algún producto actual.
Es que, después de casi 40 años (ver historia), Mercedes-Benz volverá a vender una pick-up. Y quiere que todo el mundo se entere (comenzando por sus competidores).
Creo que eso ya lo lograron. Autoblog participó el año pasado de la presentación de los concepts Clase X en Suecia (ver cobertura completa) y en julio estuvimos en Sudáfrica, para conocer el modelo de producción y viajar en el asiento del acompañante (ver cobertura completa).
Ahora, por fin, pudimos manejarla durante dos días de pruebas de manejo en Chile. Lo hicimos con la versión intermedia: X250d 4Matic Automática. La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Como es sabido, la Mercedes-Benz Clase X fue desarrollada en alianza con Renault-Nissan. Esto significa que comparte la plataforma, componentes estructurales, algunas mecánicas y algunas transmisiones con las pick-ups Nissan Frontier y Renault Alaskan.
Pero, mientras las Frontier y Alaskan son pick-ups gemelas (ver siete diferencias), la Clase X se tomó bastante más libertades (aunque no tantas como indicaban los concept cars, que se exhibieron en junio durante el Salón de Buenos Aires, ver fotos).
La trompa es bien Mercedes-Benz. La sola presencia de esa Estrella en la parrilla logrará que se convierta, en el acto, en la pick-up más deseada por muchos. El perfil, en cambio, es más genérico: se diferencia de sus primas apenas por las llantas de diseño exclusivo (entre 17 y 19 pulgadas) y por la barra sobre la caja de carga.
Si hilamos más fino, se pueden apreciar algunas diferencias en el chasis. Las trochas delanteras y traseras de las Clase X son 70 milímetros más anchas que en las Frontier/Alaskan. Además, todas las Clase X vienen con frenos a disco en las cuatro ruedas, de serie.
El portón trasero es el menos agraciado. Esto es porque las ópticas posteriores son muy finitas, no se extienden a los laterales, como en otras pick-ups. El emblema de la Estrella, una vez más, es el principal rasgo diferenciador desde este ángulo.
A nivel internacional, la Clase X se ofrecerá con tres niveles de equipamiento: Pure (estrictamente de trabajo), Progressive (para uso mixto) y Power (la versión de lujo, tope de gama). La configuración para el mercado argentino todavía no fue informada, pero es muy posible que se base en estas mismas tres versiones.
Por supuesto, habrá un amplio catálogo de accesorios para personalizarla: llantas, barras sobre la caja, estribos, lona marítima para la caja de carga, cobertor rígido y hasta cúpulas oficiales Mercedes-Benz.
Con 5,34 metros de largo y una capacidad de carga de una tonelada, la chata de Mercedes competirá contra las otras pick-ups medianas del mercado. Se enumeran por posición en el ranking de ventas 2017: Toyota Hilux (argentina), Volkswagen Amarok (argentina), Ford Ranger (argentina), Chevrolet S10 (brasileña), Nissan Frontier (mexicana), Mitsubishi L200 (brasileña/tailandesa) y Foton Tunland (china). En 2018 se sumarán las Frontier y Renault Alaskan argentinas, producidas en Córdoba.
Por el momento, no están previstas versiones con cabina simple o cabina y media. Tampoco variantes SUV, como ya tienen Toyota (SW4), Chevrolet (Trailblazer), Ford (Everest) y Mitsubishi (Montero Sport). Sin embargo, Nissan ya está probando la nueva generación de la X-Terra (ver fotos).
POR DENTRO
En la cabina es donde Mercedes-Benz puso el mayor esfuerzo para darle una identidad propia a la Clase X. Y se nota. Las unidades probadas en Chile eran fabricadas en España y tenían una calidad excelente. Más allá de las particularidades de cada nivel de equipamiento, las Clase X ofrecen una cabina muy bien aislada del exterior y con terminaciones cuidadas.
Todas tienen pantalla multimedia, pero desde la versión Progressive se ofrece el touchpad característico de otros Mercedes-Benz: un comando táctil entre los asientos delanteros, que permite controlar todas las funciones del vehículo, incluyendo la posibilidad de escribir letras o números con los dedos. Es más curioso que práctico. En el uso normal, las funciones básicas se ejecutan desde la ruedita ubicada bajo el touchpad.
La versión Power es, por supuesto, la más lujosa. Se ofrecen dos tipos de tapizado en cuero o cuero con Alcántara. Hay revestimientos con materiales blandos en la parte superior de la plancha de instrumentos y se puede elegir entre apliques de aluminio, plástico brillante o imitación de madera.
Más allá de gustos estéticos, a nivel calidad de terminación, la Clase X ofrece hoy el mejor diseño interior entre las actuales pick-ups medianas.
Las medidas de la cabina son iguales para todas las versiones. Muy buen espacio en las plazas delanteras, con asientos de excelente diseño y agarre de las butacas. El único defecto: el volante sólo se ajusta en altura, no en profundidad.
Atrás, el asiento es el mismo que tiene la Nissan Frontier, aunque con algunos grados extra de inclinación en el respaldo. Esto permite que los pasajeros viajen un poco más cómodos. Hay buen espacio para las piernas y la cabeza de tres adultos, pero manteniendo un leve defecto de la Frontier: el piso es algo elevado y obliga a llevar las rodillas un poco más altas de lo normal.
La caja de carga tiene las mismas medidas que en la Nissan: caben objetos con un largo máximo de 1.587 milímetros y un ancho máximo de 1.560 mm. La caja tiene una profundidad de 474 mm. Como la Frontier, viene de serie con un revestimiento plástico que evita rayones y la formación de óxido. Esto incluye dos rieles laterales con encajes regulables para sujetar bultos. La Clase X puede llevar hasta 1.1 toneladas de carga.
SEGURIDAD
Si el equipamiento de seguridad de las Clase X que se mostraron en Chile termina siendo el mismo para el mercado argentino, estaremos ante la pick-up más completa del segmento: los siete airbags de serie (desde la versión Pure, incluyendo bolsa de aire para las rodillas del conductor), los frenos a disco en las cuatro ruedas, el alerta de colisión, el alerta de cambio de carril y el sistema de reconocimiento de señales de tránsito son, por ahora, exclusivos de la Clase X entre las pick-ups medianas.
La única otra pick-up del mercado que ofrece frenos a discos en las cuatro ruedas es la Foton Tunland. La VW Amarok tiene cuatro discos, pero sólo en la versión V6.
A eso se suma, también de serie: frenos ABS con EBD, control de estabilidad, control de tracción, anclajes para sillas infantiles, asistencia al arranque en pendiente, alerta de pérdida de presión en los neumáticos y control de balanceo de trailer.
En la configuración para los mercados internacionales, sólo se ofrecen dos opcionales: cámara de retroceso convencional y cámara con visión 360 grados.
Las Toyota Hilux y Ford Ranger ya pasaron por las pruebas de choque regionales de LatinNCAP. Si Mercedes-Benz quiere ser la referencia en seguridad -como lo indica el equipamiento de serie ya mencionado- también debería participar en estos crash tests.
MOTOR y TRANSMISIÓN
En la Argentina, habrá tres motorizaciones, todas diesel. Las versiones de entrada a gama (X220d) llevan un 2.3 turbodiesel con 163 cv y 403 Nm. En la gama media (X250d) se utiliza el mismo block 2.3, pero con doble turbo (bi-turbodiesel), para entregar 190 cv y 450 Nm (es el mismo impulsor que ya tiene la Frontier en la Argentina).
Estos dos motores combinan con caja manual de seis velocidades o automática de siete marchas. Hay variantes con tracción simple o 4×4 desconectable (con caja reductora y bloqueo de diferencial trasero).
La versión tope de gama (X350d) será la más interesante de todas: V6 3.0 turbodiesel, con 258 cv y 550 Nm. Hoy por hoy, sería la pick-up mediana más potente del mercado, pero Volkswagen ya mostró en el Salón de Frankfurt una Amarok V6 Concept, con el mismo valor de potencia de la X350d (258 cv, frente a los 224 cv que ofrece en la actualidad, ver nota).
La Clase X V6 (X350d) se combina con tracción integral 4Matic de acople automático y caja automática 7G-Tronic Plus. Es el mismo conjunto de motor-caja-transmisión que ya ofrecen varios Mercedes-Benz en varios mercados: desde la Clase G hasta la Clase GLE, pasando por el sedán Clase E.
La gran diferencia de la Clase X V6 con la Amarok V6 es que la Mercedes-Benz tendrá un plus fundamental para el trabajo pesado y el off-road: caja reductora integrada en la transmisión automática. Volkswagen recién estaría ofreciendo la “baja” en una posible Amarok V6 con caja manual.
Además, la 7G-Tronic Plus de Mercedes-Benz incluye el sistema Dynamic Select.
Es una serie de programas de manejo para diferentes caminos y condiciones: Comfort (modo por default, desde cada arranque, con el foco puesto en un manejo suave), Eco (paso de marchas al régimen más bajo posible), Sport (cada marcha utiliza el rango completo de revoluciones del motor y aumenta la rapidez del cambio), Manual (para seleccionar las marchas desde las levas del volante) y Offroad (cambia el mapeo del acelerador, para obtener una respuesta más lineal en todo el régimen del motor, con la posibilidad de intervenir sobre el cambio desde las levas del volante).
Todos estos modos (excepto el Offroad) incluyen el sistema Start&Stop activado desde el arranque, pero se puede desconectar desde un botón en la consola central.
¿Habrá versiones nafteras? Sí, pero sólo para mercados como Dubái y Marruecos. Se trata de la X200, con 165 cv y 238 Nm. Por ahora no se sabe si estará disponible en la Argentina.
COMPORTAMIENTO
La prueba de manejo fue más extensa de lo habitual para un test drive de lanzamiento. Casi 500 kilómetros en dos días, incluyendo todo tipo de condiciones: ciudad, rutas, autopistas, ripio, montaña, off-road extremo, pruebas de carga y remolque.
En casi doce años de historia de Autoblog, es la primera vez que asistimos a un test drive de lanzamiento tan completo.
La geografía de Chile ayuda mucho y por eso se eligió a este país para la presentación internacional: todas esas condiciones se encuentran en los alrededores de una gran ciudad, como Santiago.
Probamos sólo la versión X250d, con caja automática y doble tracción. Estaba disponible con los niveles de equipamiento Progressive y Power. La X350d, con motor V6, sólo se exhibió de manera estática. Las versiones más accesibles y de trabajo ni siquiera se mostraron.
Al manejar la Clase X, resulta inevitable compararla con la Nissan Frontier, una pick-up que ya hemos probado en varias ocasiones (ver notas).
La primera sorpresa comienza por la insonorización de la mecánica 2.3 bi-turbodiesel. La Frontier tiene uno de los motores más ruidosos del segmento. No es grave, pero se hace notar. En la Clase X suena como si fuera un motor totalmente diferente: se eliminaron vibraciones y se hizo un trabajo intenso de aislación del vano motor y la cabina.
Lo mismo ocurrió con las suspensiones. La Frontier tiene un buen andar, pero en un segmento tan competitivo, se ubica entre las más duritas. En la Clase X se trabajó para lograr un andar más suave, aunque sin modificar el esquema original de Nissan: McPherson en el tren delantero y un eje rígido trasero, combinado con un sistema multilink. Esta solución brinda una mayor estabilidad en ruta, a altas velocidades, sobre todo cuando se viaja sin peso sobre la caja de carga.
Mercedes-Benz también trabajó la dirección, con una dosis de asistencia extra. Tan sólo me hubiera gustado un mayor endurecimiento progresivo, cuando se viaja a altas velocidades.
El conjunto mecánico es conocido y responde muy bien. La caja de siete marchas pasa los cambios con mucha suavidad y es posible seleccionar un modo manual, para intervenir sobre el cambio. Esta caja Nissan, al contar también con reductora, ofrece la posibilidad de disponer de otras siete marchas cuando se conecta la baja: 14 en total, el mayor rango del segmento.
Con respecto al motor, tan sólo le criticaría el escaso torque en baja. Recién entre 2.500 y 3.500 rpm entrega lo mejor que tiene. A pesar del silencio en la cabina, siempre se tiene la sensación de que el motor está trabajando a un régimen más alto del que debería. Por ejemplo, en séptima marcha y a 120 km/h evoluciona a 2.100 rpm. Debería ser a menores vueltas, teniendo en cuenta que es un “gasolero con séptima”.
En ciudad, sobre todo en el denso tránsito de Santiago, se mueve con toda la soltura que puede una pick-up de más de cinco metros de largo. En rutas y autopistas es estable, ágil y con buena respuesta.
Sin embargo, si hilamos bien fino -la competitividad de este segmento obliga a hacerlo- la Clase X no se acerca al excelente comportamiento en ruta del mejor chasis para asfalto del segmento: el de la Amarok.
En el ripio y los caminos de montaña, la Clase X se siente muy cómoda. En eso ayudan bastante los neumáticos mixtos Continental CrossContact 255/60R18, que tenían estas versiones X250d. Aguantan los baches y filtran bien las asperezas del camino, pero sin perder control al volante. Transmiten una gran seguridad.
Las pruebas de off-road extremo se hicieron dentro de una pista diseñada por Mercedes-Benz. Es decir: estaba todo pensado para que no hubiera sorpresas. La Clase X carga, remolca, vadea (hasta 600 milímetros) y supera obstáculos (despeje de 222 milímetros) con maestría.
Me sorprendió un detalle: la cámara con visión 360 grados, que es un detalle simpático en muchos Mercedes-Benz, resulta de gran utilidad cuando se maneja en off-road intenso.
Me explico: cuando trepás una pendiente muy pronunciada, por ejemplo, el principal problema es la visibilidad. Por el parabrisas, lo único que ves es el cielo. Perdés toda referencia del camino. Y, por lo tanto, la solución lógica es sacar medio cuerpo por la ventanilla, para ver dónde están pisando las ruedas.
La cámara 360 resuelve todo eso. Hasta ahora, pensaba que era una linda solución techie para estacionar más fácil. Pero es una ayuda comodísima para el manejo fuera del asfalto.
Más allá de esta prueba en Chile, me gustaría ver cómo se comporta en el barro espeso y pegajoso de la Argentina. Es el campo de ensayos favorito para las pick-ups que probamos en Autoblog.
No fue posible medir las prestaciones, pero sí los consumos. En ciudad gastó una media de 12,6 litros cada 100 kilómetros. Y en ruta sorprendió con un muy buen valor de 8,1 litros cada 100 kilómetros. La media durante la prueba rondó los 10 litros.
CONCLUSIÓN
La conclusión más lógica y lineal es que la Clase X es una Nissan Frontier mejorada por Mercedes-Benz. La marca alemana tomó la (muy buena) base de la pick-up japonesa y le aplicó retoques al estilo de la marca alemana: la suavizó, la silenció, redobló la seguridad de serie y mejoró mucho la calidad de los materiales.
Todo eso es lo que sentí al manejar la X250d 4Matic Automática, que es prima-hermana de la Frontier LE Automática 4×4 (826.700 pesos). Cuando se lance a la venta en la Argentina, a comienzos de 2019, habrá que esperar que las Clase X sean un poco más cara que las Frontier con igual mecánica.
¿A qué público apuntará la Clase X? En primer lugar, a todo aquél usuario de pick-up que sueñe con manejar también un Mercedes-Benz. La Estrella en la trompa tendrá una atractivo especial en nuestro mercado, donde cada vez hay que hilar más fino para destacarse entre tanta competencia.
En segundo lugar, Mercedes-Benz Argentina espera que las versiones de entrada a gama (que no pudimos probar en Chile) sean adoptadas por los usuarios de flotas de vehículos comerciales. Este es uno de los rubros del mercado automotor donde Mercedes es más fuerte en nuestro país.
Por eso, las empresas usuarias de Actros, Atego, Vito y Sprinter comenzarán a recibir -mucho antes de “comienzos de 2019”– propuestas tentadoras para complementar sus flotas con una pick-up Mercedes-Benz. Son empresas que hasta ahora utilizaban, ante todo, Toyota Hilux. Mercedes-Benz ya cuenta con una gran experiencia en este rubro profesional (y una enorme red de servicio de postventa en todo el país).
Por último, ¿la Clase X es la nueva referencia en el mercado de pick-ups medianas? La respuesta es un rotundo “no”. En la opinión de Autoblog, ese título lo ostenta desde junio la Amarok V6 (leer críticas). Por potencia y chasis, es lo máximo en prestaciones y comportamiento dinámico a lo que se puede aspirar hoy en este segmento en la Argentina.
La Clase X350d V6, con mayor potencia y la caja reductora que la Amarok V6 Automática no tiene, ¿logrará destronarla? Lo sabremos cuando nos permitan manejarla.
Carlos Cristófalo
Fotos: Mercedes-Benz y C.C.
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La Mercedes-Benz Clase X llegará a la Argentina a comienzos de 2019.
Pero ya la manejamos en Chile, por todo tipo de terrenos y caminos.
Fue un test drive para toda la prensa internacional.
Sólo estaba disponible la versión X250d 4Matic Automática.
Se ofrecía con los niveles de equipamiento Progressive.
Y Power, que incluye en opción terminaciones en imitación de madera.
Sí, símil madera en una pick-up. Sólo en Mercedes-Benz.
Tapizados en cuero sintético Artico.
O cuero sintético combinado con Alcántara en el centro.
El respaldo trasero está más inclinado que en la Frontier. Pero, por el piso alto en las plazas traseras, las rodillas de los ocupantes viajan algo elevadas.
El volante no se ajusta en profundidad. Y el botón de encendido del motor está algo escondido.
Las salidas de aire redondas, la pantalla multimedia flotante y varios comandos son heredados de los autos de pasajeros de Mercedes-Benz.
La perilla para conectar la doble tracción y la reductora es la misma que en la Nissan Frontier.
Tablero claro y completo, como en todo Mercedes-Benz. Pero la computadora de abordo no tiene la cantidad de información de las Toyota Hilux más equipadas.
Bajo el volante, a la izquierda, los botones para el alerta de cambio de carril, los sensores de estacionamiento y la cámara de 360 grados (opcional).
Es de ayuda práctica en estacionamientos, pero resulta fundamental en el off-road.
El touchpad para operar el sistema multimedia es más curioso que práctico. Mejor usar la ruedita que está debajo.
La caja de carga es igual que en la Frontier. Incluye hasta el mismo revestimiento de serie, para evitar rayones.
Tampoco faltan los rieles con anclajes ajustables, igual que en la Nissan.
La X250d tiene el motor 2.3 bi-turbodiesel de 190 cv y 450 Nm. El mismo de las Frontier SE, XE y LE.
Los Continental no tienen un gran dibujo para el barro, pero es un mixto aceptable. Rueda de auxilio de mismo tamaño y llanta.
El chasis de la Frontier, mejorado por Mercedes-Benz. Frenos a disco en las cuatro ruedas, de serie.
Trochas ensanchadas en 70 milímetros, en ambos ejes.
Habrá un completo catálogo de accesorios, con cúpulas, cobertores de caja y barras de caja de diseño variado.
Mercedes-Benz apuntará a los usuarios de pick-ups que sueñan con manejar un modelo de la Estrella.
Y a los clientes de flotas que ya tengan camiones y vans Mercedes-Benz.
Chile no tendrá Mundial, pero tiene rutas y paisajes espectaculares.
La gran incógnita: ¿cómo se comportará en el barro argentino?
“¿Argentina? Es para allá, Don”.
“Pero no se apure, amigo. Todavía falta mucho para comienzos de 2019”.