Texto y fotos de Orly Cristófalo
@OrlyCristofalo
Desde su lanzamiento, la Peugeot 3008 tuvo sus críticas en Autoblog. La primera generación allá por 2013 (ver nota) y la segunda generación en octubre de 2017 (ver nota). Si bien la 3008 Model Year 2019, que se presentó en julio del 2018 (ver nota) no es una “nueva generación”, aún no había pasado por las manos de Autoblog. Por eso, cuando surgió la posibilidad de probar la actualizada versión GT Line -tope de gama- dije que sí enseguida.
Los lectores con memoria dirán: “¿Para qué voy a leer esta crítica si va a ser igual que la Model Year 2018?”. Y los lectores con mejor memoria aún dirán: “Uy, otra vez O.C. y C.C. no se van a poner de acuerdo”. Para que todos se saquen la intriga (¿?), la crítica completa se reproduce a continuación.
Nota del autor: Van a ver que, a lo largo del texto, alterno entre “la 3008” y “el 3008”. Es que todavía no me decido.
POR FUERA
“Es el único Peugeot que me encanta”, dijo una treintañera mientras cruzaba por delante de la 3008 a la salida de un drive-in de una conocida marca de comida rápida. Y sí, el diseño de esta francesa llama la atención. Sus líneas bien marcadas, su aspecto casi musculoso, los cromados en puntos claves para atraer miradas. Ok, ok: a mí también me gusta mucho.
Sus líneas son parte del “Sharp Design”, ese nombre cool que le puso la marca del León y que intentaron explicar varias veces. Sharp, en inglés, se puede usar para algo agudo, afilado o nítido. Creo que todos los casos aplican a las líneas del 3008.
Con respecto a la versión probada, los faros Full Led y los cromados exclusivos en puertas, marcos de ventanas y escapes son lo que diferencian a la GT Line de sus hermanas de menor equipamiento. Los neumáticos son 225/55 R18. La novedad exterior con respecto a la 3008 MY18 es que esta nueva MY19 trae el techo panorámico, que ahora viene de serie en todas las versiones.
POR DENTRO
Había tenido oportunidad de ver, pero no de probar una 3008 GT Line y algo que no me convencía era el diseño de los tapizados. Esas costuras con curvas simétricas me hacían acordar a viejos tapizados de sillones.
Lo primero que vi al abrir la puerta fue: esos tapizados. Siguen sin gustarme a la vista, pero hay que aclarar que las butacas son muy cómodas y la sensación al sentarte es más que buena. El asiento del conductor se regula eléctricamente, incluye zona lumbar, y el volante se ajusta en profundidad y en altura, para que podamos acomodarnos al iCockpit de una manera casi perfecta.
¿Por qué el “casi”? Porque yo hubiese pedido poder bajar dos o tres centímetros más el asiento. Igual, el iCockpit de tercera generación es muchísimo mejor que el de primera (leer crítica de la 2008), e incluso que el de segunda (leer crítica del 308 S), con lo cual mi duda es: ¿el iCockpit es una filosofía de diseño que se adapta mejor cuanto más grande es el vehículo? Puede ser.
El tablero de instrumentos es 100% digital y configurable en diferentes modos. Soy fan de este tipo de tecnología, porque así puedo prestar atención a lo que realmente necesito, según lo que esté haciendo o adónde esté yendo. Y el mejor ejemplo es el Modo Minimalista: sólo nivel de combustible y velocímetro (obviamente, con todas las luces de alertas listas para ser prendidas en caso de ser necesario). Es ideal para largos tramos en ruta y de noche. Las transiciones entre un modo y otro son animadas. Le robo un concepto a la crítica de C.C.: “Es un ballet de juegos gráficos”.
La pantalla principal es de 8 pulgadas y sobresale de la consola central, algo que siempre critico porque parece más aftermarket que de fábrica. La info y las configuraciones que tiene el sistema son abundantes, pero vamos a detenernos en una sola: el sistema de masajes combinado con las luces interiores. Suena un poco raro, pero si pueden, visiten un concesionario Peugeot sólo para probar el programa de masajes “Cat Paw” de la 3008 GT Line. Yo lo terminé de amar (¿?) volviendo de una jornada cansadora de reuniones por el microcentro, con una sesión de masajes durante todo el camino de vuelta.
El equipo de audio suena más que bien y se agradece el GPS integrado en el sistema, para los que no queremos usar Apple Car Play ni Android Auto (aunque los tiene).
Otro punto aparte para el hueco-consola que queda entre los dos asientos. Es tan profundo y amplio que entra un termo de un litro parado, sin ningún problema.
Las plazas traseras son cómodas, pero el sistema de masajes de los asientos delanteros ocupa casi todo el espacio debajo de los asientos, con lo cual casi no se pueden poner los pies allí, complicando bastante la comodidad. Esto ocurre sólo en las 3008 con asientos masajeadores. Las otras tienen butacas convencionales y sin esta obstrucción para los pasajeros de atrás.
Otra vez me frustré con Peugeot y sus pocos conectores USB. Sólo uno en la parte de adelante. Es cierto que tiene dos tomas (uno adelante y otro atrás), tipo “encendedor”, pero más USBs no vendrían nada mal.
Las terminaciones son buenas y la unidad probada tenía más de 25.000 kilómetros de malos tratos periodísticos. Pese a ello, no presentaba ruidos ni grillos extraños.
El baúl tiene entre 520 y 1580 litros de capacidad, según cómo juguemos con los asientos traseros. La rueda de auxilio es de uso temporario, algo que nunca entenderé en baúles y vehículos de este tamaño.
Con respecto a las 3008 MY18, esta actualización MY19 sumó el sistema de apertura automático del portón trasero sin usar el comando de la llave (se activa con un sensor de presencia, sólo disponible en la versión GT-Line). Además, todas las versiones sumaron la recarga inalámbrica de teléfono celular.
SEGURIDAD
Como C.C. ya lo detalló y explicó bien en esta nota, me voy a explayar sobre las bondades de la electrónica y la fascinación que tengo con el control de velocidad crucero adaptativo. Lo he usado durante casi 10 días en todo momento que pude: con tránsito, sin tránsito, a 80 km/h, a 120 km/h, y es genial. Es olvidarte de acelerar y frenar y que el auto se haga cargo. Sólo tenés que estar atento porque, ante una frenada brusca, el 3008 frenará pero te va a pedir que tomes el control del pedal del freno vos mismo.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Ya hablé bondades de este motor 1.6 THP de 165 caballos y 240 Nm de torque. Para mí, uno de los mejores del mercado en ese segmento de cilindrada. ¿Hay impulsores más modernos y rendidores? Seguro, pero a mí me encanta este y cómo queda combinado con la caja automática de seis velocidades.
La tracción es delantera. En septiembre de 2018, Peugeot presentó una 3008 con doble tracción, pero por el momento no hay confirmación sobre su posible llegada a la Argentina.
COMPORTAMIENTO
Poner en marcha la 3008 GT Line y salir a la calle en circuitos urbanos es andar midiendo bien por dónde pasás. No es “un camión”, pero sentado al volante brinda la sensación de que es más ancha de lo que en realidad mide. Una vez que te acostumbrás, se mueve bien en el tránsito y el radio de giro es más que bueno, con una dirección con mucha asistencia, para compensar el volante pequeño del iCockpit.
Las calles empedradas y los desniveles no le caen mal, recordemos que es una SUV, y el tren trasero es el único que a veces avisa que sigue teniendo un eje de torsión. No es peligroso ni mucho menos, pero transmite asperezas incómodas.
El motor es silencioso y tranquilo, si lo queremos así, pero los 165 caballos y el turbo están listos para actuar en cuanto pisamos fuerte el acelerador. La caja en modo Sport y secuencial es muy “alegre” y se pone divertido manejar esta SUV en lugares con curvas rápidas y lentas. No, no es un karting ni una coupé, pero -un poco- le hace honor al GT que lleva en el nombre.
Alcanza una velocidad máxima de 199 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos. En ruta (a 120 km/h) consume 7,7 litros cada 100 kilómetros. En ciudad hace 11,5 cada 100.
CONCLUSIÓN
Más de 2.200.000 para esta versión GT Line suena a mucho. Sabemos que la política de precios de Peugeot nunca fue de autos populares, pero si miramos el ranking de ventas de las SUV del segmento C y D que se publicó acá, vemos que está quinta en ventas en estos dos años que estuvo en el mercado, justo por debajo de la Toyota RAV4 (alrededor de 45.800 dólares), y la Chery Tiggo5 (entre $1.023.000 y $1.140.000). Dos modelos muy distintos en precio y en equipamiento/motorización.
Con esas cifras de venta es más que evidente que el comprador del 3008 es más emocional que racional. Recordemos que Peugeot ni siquiera ofrece una versión 4×4. Y en la emoción es donde el 3008 GT Line gana. El diseño, la posición de manejo y el andar son atractivos. Por ahí es por donde pasan los argumentos de venta de este modelo.
Es un clásico ejemplo de consumidores que actúan a destiempo. El comprador racional todavía lo está analizando. El emocional ya está sentado y dándose unos masajes estilo Cat Paw.
O.C.
***
El llamado Sharp Design de Peugeot, en su máxima expresión.
Las ventanas traseras tienen un polarizado más intenso.
Cola alta y firma lumínica trasera en forma de “garras” de León.
Peugeot iCockpit (Evolución III), desplegado. Las teclas de la consola central son casi “retro” y de inspiración “aeronáutica”.
Un solo USB y un puerto de 12v, junto a la plataforma de carga inalámbrica (nueva, en la versión MY19).
¿Estás buscando el masaje Cat Paw? ¡Pero claro que sí!
Tablero en modo “minimalista”. Ideal para la ruta de noche.
Buena calidad de sonido a bordo. Acá el detalle de uno de los parlantes traseros.
Sí, el control de velocidad crucero vuelve a quedar oculto por uno de los brazos del volante.
Buen espacio en las plazas traseras aunque casi no podemos poner los pies debajo de los asientos delanteros.
Butacas delanteras y el detalle de las costuras.
Los 165HP debajo del capot se ven así.
Auxilio de uso temporal ubicado debajo del piso del baúl.