Texto y fotos de Jerónimo Chemes
El mercado de pick ups cambió, es cada vez más grande. En general, las automotrices prestan a la prensa las versiones más caras, que vienen con niveles de equipo inimaginables y lejos están de ser carros de laburo. Son ya vehículos de alta gama, que en el caso de la Ranger Limited ahora tienen más asistencias a la conducción (ADAS), que muchos autos importados más caros. Increíble el lujo y confort en general.
Más extraño aún es probar una pick-up mediana Cabina Simple. La razón es que ya casi ni se venden. En la Argentina sólo se venden las Chevrolet S10 CS (200 cv, desde 1.84 millones de pesos), Ford Ranger CS (desde 160 cv y desde 1.80 millones) y Toyota Hilux CS (150 cv, desde 1.70 millones). Volkswagen dejó de vender este año en la Argentina la Amarok CS fabricada en Pacheco. Nissan y Renault ni siquiera pensaron en fabricarlas, directamente. Y Mitsubishi no la trae.
Las Cabina Simple pasaron de ser el 90% del mercado en los ‘80 a ser menos del 5% en 2020. Antes, todo era cabina simple. Hoy todo es cabina doble. Más allá del mencionado cambio y apertura del mercado, en la Argentina la siniestra LiNTI les dio el golpe de gracia (leer informe). Concuerdo 100% en todo lo que se escribió en esa nota y -como victima de esta locura-, les aseguro que el afano y el maltrato es tal cual.
La LiNTI es un delirio. Si bien la CNRT dice que si la persona usa la pick-up para llevar sus cosas no es fiscalizable, en la calle ocurre lo contrario. Los controles son terribles y apuntan siempre a incautar el vehículo.
* Ejemplo 1: Si llevás tus cosas para laburo y no tenés una Factura B de la compra de las herramientas, te quieren sacar la chata. Ahora, ¿quién en su sano juicio lleva todas las facturas encima de todas las herramientas que compró? La CNRT, en las excepciones, pone esos detalles grises ya que es imposible que un plomero tenga una Factura B de algo que compró hace 3 años. ¿Entienden lo siniestro? La normativa tiene zonas grises que los que controlan saben bien y te sacan la chata.
* Ejemplo 2: Si el cuatriciclo que llevás en la caja de tu chata no está a tu nombre, porque lo patentó tu mujer o tu papá, entonces lo toman como transporte para terceros y te sacan la chata. O si vas con un amigo y dos motos, una a tu nombre y otra a nombre de tu amigo, la de él la toman como “carga y transporte para terceros” y te quieren sacar la camioneta.
Puedo seguir un año. La reglamentación esconde todas las trampas, que los fiscalizadores se saben de memoria. Todo apunta a recaudar. Que haya LiNTI para vehículos pequeños es una locura. El corte debería ser en 1.500 kilos. De 1500 kilos de carga para abajo, la LiNTI sólo será solo recaudatoria y opresiva. Contribuirá con la inseguridad vial y el desempleo. Celebro de pie el espacio de Autoblog para exponer el tema y si alguien hace algo para modificar esa norma, me sumo sin dudarlo.
Las chatas cabina simple son la base de todo. Lejos de las prestaciones espectaculares, los equipamientos soñados, las ADAS increíbles y todo el “show”, las CS son… ¡chatas!.
Herramientas de laburo, cabina corta y caja (muy) larga. Tu compañera: esa que te ayuda a llevar todo, la que pone el hombro, la que se banca cuatro choferes distintos, la que sale cuando “está bravo”, la que se come “los kilos que hagan falta”, la que lleva adelante el reparto de tu pyme, la que siempre tienen una rasponcito, luz quebrada, “bollo”, paragolpes doblado, portón rayado. Son las “cicatrices de guerra”, que denotan el día a día.
Cuando voy a ver alguna chata para comprar (todos mis amigos me piden que los ayude en esa búsqueda) es distinto analizar una “tope de gama” que una CS: acá mirás otras cosas mucho más allá de lo estético y los detalles visuales. Te tirás abajo, mirás el tren delantero, el juego de crucetas, el estado de los elásticos, las patas de caja y reductora, los soportes de escape, el juego de rulemanes y demás “fierros crudos”. Y mirás si el motor está toqueteado. Ves si fue bien mantenida o la llevaron a talleres del pueblo. Consultás si es bimasa y correa, etcétera. Porque es obvio que las CS usadas tienen las cabinas muy gastadas o golpecitos y rayas en la carrocería. Pero vos, en este caso, comprás fierros. No “el look”. Las CS hay que saber mirarlas.
Acabo de comprar en un remate una CS con 520.000 kilómetros. La retiré y, con mantenimiento simple y el embrague (común), está andando perfecta todos los días. Ahora, si la ves de pinta decís: “Esto no sirve más”. Pero aprobó la VTV de carga (es recontra exigente y carísima) y ya tiene toda la salvajada de papeles necesarios.
Me gustan las Cabina Simple. Son útiles en la Argentina, por las grandes distancias y la gran cantidad de caminos malos. Son necesarias. Prácticas para todo.
Las Cabina Simple construyeron la Argentina. Y, como todo lo que es bueno, sirve y trabaja, las mató el Estado con regulaciones absurdas para recaudar y beneficiar a ya saben quién.
Probé la Ford Ranger 2.2 XL Cabina Simple 4×4 de 2.001.000 pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
¡Simple! Lejos de sus hermanas cool, la Ranger CS también tiene su personalidad. A la vista, es “rara”, porque la cabina es corta y la caja es larguísima. A mí, en particular, me encantan, pero el diseño es secundario porque las chatas de laburo no deben ser lindas: deben ser funcionales.
Desde 2016, la máscara de trompa negra de las Ranger XL permanece sin cambios (las XLS fueron actualizadas el año pasado. Celebro que la máscara sea negra en las chatas de laburo, porque se va a rayar y golpear. El lateral es limpio, plano. Me gusta, pero tiene una desventaja frente a la S10 y la Hilux: no tiene cornamusas o “dientes” externos para atar la lona. Ojo, no confundir con ganchos internos de caja (para atar la carga, que los trae), hablo de los que están afuera para atar la lona que cubre la carga. Las viejas Ranger (hasta 2012) traían estas cornamusas, pero la Ranger Generación T6, no. Una pena, porque son muy necesarias y la competencia las trae. Las llantas son de chapa con gomas mixtas 255 de talón alto (70). Acá Ranger y S10 le sacan un campo de distancia a la Hilux. Ambas traen gomas anchas, que pisan “gordo”, algo muy necesario cuando llevás kilos o tirás un trailer, mientras que Toyota le pone ruedas muy finitas a la Hilux.
Una cosa que se olvidan las tres marcas: ¿cuando van a poner paragolpes con escalón en las puntas, para subir cuando el portón está abierto? Ya me acerco a los 50 y cada vez me cuesta más trepar.
Espejos grandes, colapsables para que cuando le pegues a algo no se rompan y rebatibles con la mano.
La caja en las CS es lo más importante. Es larga 2.31 m, ancha 1.56 m (entre buches, 1.13 m) así que entran dos pallets cómodos. El portón aguanta 250 kilos. El interior de la caja se diferencia de las otras dos porque tiene ocho ganchos de atar y están bien puestos contra el piso. Además, son muy fuertes para ajustar el “traka-traka”.
Lo que ninguna trae (se ofrece como opción) es revestimiento interior de caja y barra de San Antonio (que en el caso de las cabina simple puede ser corta o larga, para abarcar más el lateral).
La capacidad de carga declarada es de 1.117 kilos, pero claramente esta recontra sobrada para llevar muchos más.
Solo tiene barreros atrás, ¡adelante no los trae!
Al verla desde abajo, la Ranger sigue sin competencia. En toda la línea 4×4 trae chapón cubre radiador, chapón cubre cárter, chapón cubre caja y DPF, chapón cubre caja reductora y amortiguadores traseros con cortapiedras. Además, el tanque tiene una cobertura extra de plástico. Está casi blindada por abajo, algo muy importante para los que manejan todo el tiempo sobre ripio. No hay nada que agregarle. Todo es de buen espesor y muy bien armado, las hemos golpeado muy fuerte y los chapones absorben el palo para salvar a los componentes.
Además, las Ranger y Frontier son las únicas que traen dos ganchos de rescate, como corresponde. Toyota y Chevrolet no traen gancho trasero (insólito) y VW directamente no trae (tiene esos chiquitos, que se enroscan). Es inadmisible que una pick-up 4×4 no traiga dos ganchos de rescate fuertes (uno adelante y otro atrás). Los que nos encajamos, los necesitamos. Veredicto: Afuera, bien. Abajo, excelente y felicitado.
POR DENTRO
Olvídense del concepto viejo de “chata = carro”. Esta Ranger XL CS es la más base de todas y tiene lo necesario para trabajar.
El interior nuevo de las Ranger base quedó bueno y, si bien no es ni cerca una tope de gama, es un gran salto. La XL, hasta el año 2018, venía con el tablero 2012, que era ya muy viejo. Ahora quedaron bien. El tablero en sí me parece buenísimo y tiene pantalla en el medio (monocromática, pero completa). En el medio sigue con la pantalla monocromática, pero mejoraron los comandos para manejarla. Abajo, la radio y el aire acondicionado. En el fondo, el “pozo” para guardar todo (con una USB y otra Aux). Se completa con posavasos doble y el apoyabrazos de doble altura con estante (muy cómodo). Los parasoles no tienen espejo y el del conductor debería tener un clip para poner más papeles.
El puesto de manejo es igual a la XL CD, salvo por una cosa: trae manija en las puertas para subir el vidrio, cosa que no es aceptable. En las Cabina Doble viene con cuatro one-touch.
Lo que es “raro” es que la cabina termine en tu nuca. La posición de mando es cómoda, sólo que el acompañante no podrá recostarse: el respaldo hace tope atrás. Atrás y abajo, hay lugar para el equipaje de dos personas: caben dos bolsos grandes y hasta una caja de herramientas.
La cabina está configurada para dos pasajeros. Sería bueno ofrecer como opción una tercera plaza homologada y con cinturón. Aunque viajen un poco apretados, puede hacer la diferencia en un trayecto corto. La Ranger Cabina Simple de 2005 era para tres pasajeros, con sus cinturones.
El volante tiene comandos de teléfono, control de voz y audio. Los tapizados son de tela y las alfombras de goma con clip son excelentes (son las mismas que las Limited). Lo otro bueno de la cabina simple es que el aire, la calefacción y la ventilación, al estar preparadas para las CD, en menos de un minuto ya hacen su laburo y sobre todo, siempre están andando al mínimo, porque la superficie a enfriar es chica. Solo me gustaría pedir algo que ninguna trae que es la luneta con vidrio corredizo, pero eso sólo las norteamericanas lo traen. Veredicto: muy bueno (para laburar).
SEGURIDAD
Tiene tres airbags y el mismo equipamiento de seguridad de las otras Ranger (aunque sin las ADAS de la Limited). Me encanta que tenga el control de carga adaptativo, que es muy importante para viajar con peso. Otra cosa excelente es el control antivuelco, una tendencia muy marcada en las Cabina Simple cuando viajan sin peso.
Los cinturones de seguridad no regulan en altura, ¿porque será, ya que en la XL Cabina Doble sí lo tiene? Veredicto: Excelente en seguridad.
MOTOR y TRANSMISIÓN
En la crítica de la XL DC de 150 cv conté la historia del 2.2 desde 2012 y el enorme cambio que significó el TGV (leer nota). De esos ya muy simpáticos 150 burros, ahora Ford retocó la electrónica y la llevó a 160 cv y 385 Nm.
El DPF ahora está bien pegado al turbo y arriba (antes estaba debajo de la cola del acompañante, mas lejos de la fuente de calor). ¿Se nota el retoque de la electrónica y esos 10 cv más? Si sos experto, hay un pequeño momento donde sí, pero la gente común no creo porque ya con 150 cv andaba bien. Empuja muy bien entre 1500 y 2400 rpm. De las 3.500 vueltas en adelante se desmorona, como todo pequeño motor.
Saben mi aversión por los motores chicos: este 2.2 es “simpático”, muy parecido al Nissan monoturbo, mejoró con respecto a los primeros y lleva la chata con energía, especialmente en recuperaciones en ruta y aceleración.
La chata quedó muy ágil, además es la más liviana de las diesel y eso se nota mucho, el 2.2 está feliz de tener que mover poco peso. Los consumos son muy buenos si vas tranquilo a 80 km/h a 1600 rpm está solo en 6.1 l/100, a 100 km/h a 2000 rpm está en 8 l/100 y a 130 km/h a 2.600 está en 10.8 l/100 y Ciudad 9.1 l/100. A fondo llega a unos 176 km/h, un buen número, pero con el motor a los gritos diciéndote “¡para esto comprate el 3.2!”. Aclaro que todos estos valores son sin carga.
Ahora con carga o tareas pesadas, el motor cumple, pero no le sobra nada. Cuando hay kilos o terreno pesado, la diferencia con el 3.2 es galáctica. En el día a día, sin peso, este es más divertido y vueltero, pero cuando necesitás algo pesado, hace lo que puede.
Para trabajos extrapesados (altura, barro permanente, tirar trailers de 3.5 ton, desencajar cosas grandes, meter kilos severos, nieve profunda), el motor es el 3.2. Este pequeño va a hacer el trabajo con ganas, pero deja todo lo que tiene. El 3.2 lo hace paseando y cuando la tarea es severa, sus cinco cilindros son demoledor. Nadie se le acerca en el segmento (sólo el V6 de la Amarok, si tuviera una reductora). Además, en esas circunstancias el 3.2 gasta mucho menos que el 2.2. En los viajes de La Chata Solidaria, con plena carga y sobre terreno hostil, la 3.2 gasta hasta casi dos litros menos de promedio.
Los diferenciales, caja de cambios y reductora son los mismos de la Limited. Eso es muy bueno. Es decir: están sobredimensionados para el pequeño motor 2.2. Además, el concepto “keep it simple” está llevado como en toda la línea al extremo: cadena, enfría por viscoso y el embrague es común, no el bendito bimasa. Veredicto: Bueno el motor, excelente el resto de los componentes y aplauso de pie para la extrema simpleza mecánica.
COMPORTAMIENTO
Las pick-ups Cabina Simple se portan distinto cuando viajan vacías, porque cargan todo el peso adelante. Esto se nota de manera especial en las 4×4, que cargan diferencial, palieres y reductora. Por eso, son famosas por tener la “cola alegre” (evitemos los chistes previsibles).
En el firme, hoy todas tienen ESP y eso hace que nada se salga de lugar en una esquina mojada, ya que al toque interviene la “niñera” y corta el juego. La chata es segura. Un tren en la ruta. Y, si bien la nueva suspensión de las Ranger 2020 es más suave (en las tope de gama el cambio es más notorio) siguen siendo robustas y aman que las golpees severo.
Desde ya, esta Cabina Simple es más dura que las tope de gama y vas a los saltos cuando la caja está vacía. No esperen confort, porque no es para eso. Es un intermedio entre la S10 (la más blanda) y la Hilux (la más dura de todas).
Ahora, con la caja cargada, la cosa cambia y es mucho mas confortable. En ruta, las maniobras de esquive son muy buenas porque tiene gomas anchas (como la S10) y el control de carga adaptativo es maravilloso. Sumale que trae control antivuelco y vas seguro. No esperen confort: es de laburo y es más durita. También viene con control de descenso en pendiente y asistente de arranque en pendiente.
Fuera de asfalto, las Hilux y Ranger le sacan un universo de distancia a las demás. La Ranger sigue siendo -aún con la nueva suspensión delantera-, excelente para tareas fuera de asfalto que impliquen golpes y torsiones. Está preparada para eso y ama hacerlo. Tiene despeje, chapones y fierros para batirse a duelo con cualquier terreno y ganar. Encará con confianza, el ADN Raza Fuerte lo sentís a cada metro. La cañonera con rulemanes es tremenda y los palieres son mucho, pero mucho mas grandes que los de la vieja F100. La Hilux también es ideal para fuera de camino, pero en asfalto es otra historia.
Cargada con kilos muy fuertes, el chasis sale a relucir. Torsiona al punto exacto y no se queja. En ruta, ante maniobras de esquiva no dobla “en dos partes” (es decir primero la trompa y después la cola, como la vieja F100 o algunas competidoras como la Frontier). La Ranger lo hace en bloque. Realmente, el comportamiento de las Ranger T6 con mucho peso es excelente. Veredicto: Bueno en asfalto, excelente en el suelto.
CONCLUSIÓN
Amo a las pick-ups Cabina Simple. Son ideales para laburo, baratas de mantener, hoy traen todo el equipo de confort para estar cómodo varias horas manejando, las cajas de carga son espectaculares, podés cargar cómodo y llevar muchos kilos. Las 4×4 tienen una capacidad de paso increíble y son irremplazables para laburar.
Sin embargo, la barbaridad de la LiNTI para pequeños vehículos las destrozó. Una locura total que el gobierno mate fuentes de laburo y pise al que quiere avanzar. Adhiero a todo lo que firmó Pablo Rossi (leer informe).
Para terminar, hay algo que quiero exponer. Amo los motores diesel, pero la racionalidad indica que si vas a laburar en la ciudad, cualquier diesel del mercado la va a pasar mal. El DPF se va a tapar y -si no regenerás- vas a terminar en el taller. El DPF para ciudad y trayectos cortos, a baja velocidad, es un problema en todas las marcas. En algunas ya es un drama que no se puede tapar.
Ford ofrece una alternativa que es muy recomendable. Y que no ofrecen las otras marcas. Hablo de la Ranger Cabina Simple 2.5 naftera, que acepta instalaciones de GNC sin perder la garantía de fábrica. Es sólo 4×2, pero el motor está pensado para usar en ciudad. No tiene turbo. No tiene DPF. Es cadenero y usa embrague común.
Además, carga nafta súper, que es mucho mas barata que el diesel euro. Hace dos años, en Autoblog transformamos una Ranger 2.5 a GNC y el resultado se publicó acá. El costo operativo es bajísimo y la conversión se paga sola.
Esta unidad de la Ranger 2.2 Cabina Simple 4×4 fue usada por La Chata Solidaria en nuestro último viaje, por lo cual en algunas fotos la verán con llantas de aleación y tacos de barro, pero eso es equipo exclusivo LCS. De serie, viene con llantas de chapa y gomas mixtas, más aptas para el día a día.
Que vuelvan las pick-ups Cabina Simple. Que se vaya la locura de la LiNTI para pequeños utilitarios. Basta de castigar a las personas (y las chatas) que laburan.
J.Ch.
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Archivo para descargar: Ficha técnica Ford Ranger 2.2 Cabina Simple XL 4×4
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La Ford Ranger 2.2 Turbodiesel Cabina Simple XL 4×4 cuesta dos millones de pesos.
Pero Ford también tiene una Cabina Simple naftera más accesible y apta para GNC (leer más).
La caja de carga mide 2.31 metros de largo.
Ford declara una capacidad de carga de 1.117 kilos.
Aunque en los viajes de La Chata Solidaria siempre recibe “algunos kilitos más”.
Por dentro, una rústica herramienta de trabajo, con leves elementos de confort.
Con el último restyling recibió un nuevo tablero, con una computadora de abordo más completa.
También mejoró el sistema multimedia.
Pero sigue con levantavidrios manuales.
Caja manual de sexta, con doble tracción, reductora y ESP desconectable por completo.
El 2.2 turbodiesel aumentó su rendimiento desde la última actualización: ahora tiene 160 cv y 385 Nm.
Por abajo, todos los componentes vitales bien protegidos. Y algunas muestras de suelo del Impenetrable chaqueño.
Y también de la llanura pampeana.
Todos los parques de diversiones están cerrados.
Excepto el Disney favorito de Jero Chemes: el barro.
¿Encajado? “¡Traigan a la Azul!” (leer más).
Aclaración de esta foto: es la misma unidad probada en la nota. Sin embargo, cuando viajó a Chaco para las misiones de La Chata Solidaria se equipó con neumáticos Scorpion MTR cedidos por Pirelli Argentina.
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ADEMÁS
Costos de mantenimiento
Costo servicios y repuestos otorgados por concesionario oficial Aspen Motors S.A. (Ruta 9 km 73.200, Campana)
10000 kms: $12.520.- ; 20000 kms, $16.100.- ; 30000 kms, $16.880.-; 40000 kms, $16.100.- ; 50000 kms: $12.520.- ; 60000 kms: $20.460.- ; 70000 kms: $12.520.- ; 80000 kms: $16.100.- ; 90000 kms: $16.880.-; 100000 kms: $16.100.- ; 110000 kms: $12.520.- ; 120000 kms: $20.460.- ; 130000 kms: $16.880.- ; 140000 kms: $16.100.- ; 150000 kms: $12.520.-
Repuestos:
Espejo exterior completo (también se venden las partes por separado): 16.980 pesos
Paragolpes trasero: 38.200 pesos
Óptica delantera: 19.630 pesos
Paragolpes delantero: 15.240