En Mercedes-Benz están decididos a tener un modelo en cada uno de los nichos del mercado y, por eso, la tradicional marca alemana no deja de sorprender a sus seguidores más conservadores. El año pasado probamos en Autoblog la GLE 400 Coupé de 150 mil dólares (leer crítica), una copia de la BMW X6. Y ahora manejamos la GLC 300 Coupé de 96.500 dólares, una copia de la BMW X4.
Claro que a Mercedes-Benz no le inquieta alarmar a sus clientes habituales. Lo que busca es ganar nuevos compradores (y robarle alguno a BMW en el camino, si es posible).
¿Pero qué tal es, como propuesta y producto, la GLC 300 Coupé? La manejamos una semana y la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
¿Por qué se llama Coupé si tiene cuatro puertas? Cinco, en realidad, porque el portón trasero también accede al habitáculo. Es parte de la tendencia iniciada ya hace una década por Mercedes-Benz, que llama así a los autos que tienen un diseño de perfil deportivo, donde la luneta trasera cae en forma de coupé.
En la práctica, la GLC Coupé no es otra cosa que un cambio de carrocería para la GLC 300 4Matic (leer crítica). En nuestro mercado, comparte la misma mecánica, el mismo equipamiento de la versión AMG-Line y la misma plataforma.
El ancho y las distancias entre ejes son iguales. Pero la GLC Coupé es es 76 milímetros más larga y 42 mm más baja. A eso hay que agregarle que el despeje del suelo también se redujo: bajó de 181 a 144 mm.
El resultado, es una SUV con estética más agresiva y deportiva, pero también con menos habilidades para el off-road.
En Mercedes-Benz no se preocupan por ese detalle. De hecho, mientras la GLC 300 convencional viene equipada con neumáticos mixtos Pirelli Scorpion, la GLC Coupé viene con cauchos estrictamente para asfalto: Hankook Ventus S1 Evo2. En ambos modelos tienen hermosas llantas AMG-Line y las mismas medidas: 235/55R19. También el mismo defecto: son Run-Flat, por lo que prescinden por completo de rueda de auxilio. Sólo cuentan con un kit de reparación.
¿La GLC Coupé tiene un diseño atractivo? Yo no diría eso.
Es, más bien, un aparato llamativo, pensado para que su propietario no pase desapercibido. En otros mercados tal vez sea un modelo apenas excéntrico, dentro de la gama de Mercedes, pero en el tránsito argentino puede atraer a más cantidad de curiosos que el Instagram de la promotora de Lotus en el Salón de Buenos Aires.
POR DENTRO
El parabrisas está mucho más inclinado, pero no molesta a los pasajeros de adelante. Y la caída del techo es bastante más pronunciada, aunque tampoco afecta a quienes viajen detrás. Tan sólo la boca de acceso a las plazas posteriores es un poco más estrecha. Lo único molesto es que la luneta trasera quedó reducida a un tamaño casi simbólico. No se ve nada para atrás. Los apoyacabezas traseros deberían poder plegarse por completo, cuando esas plazas están vacías.
Lo bueno es que la GLC Coupé AMG-Line conserva el mismo nivel de equipamiento –completísimo- de la GLC AMG Line. Esto incluye al completo sistema de estacionamiento automático, con cámaras de visión 360 grados y sensores de proximidad en todas partes.
También incluye a las soberbias butacas y volante AMG-Line, de lo mejor que se puede encontrar en el mercado: es una posición de manejo deportiva, confortable y relajada, todo al mismo tiempo. Y con múltiples ajustes eléctricos, incluyendo tres memorias. Brillante.
La terminación interior con esta carrocería “Coupé” es un poco más espectacular, con revestimientos en fibra de carbono en la consola central, muchos comandos en aluminio fresco, plásticos blandos de excelente calidad, cuero sintético con costuras dobles y detalles en Alcántara.
El sistema multimedia es completísimo, pero la ubicación de la pantalla no será del agrado de todos: es una ostentosa ocho pulgadas, colgada de la plancha central, que no se puede ocultar. Pero esto ya es norma en la mayoría de los Mercedes-Benz modernos.
En este punto es bueno aclarar que la GLC 300 Coupé viene en una sola versión (AMG-Line, de 96.500 dólares), pero desde este año la GLC 300 convencional viene en dos versiones: Urban (84 mil dólares) y AMG-Line (94 mil dólares). La Urban, por ejemplo, no tiene butacas calefacciondas, los asientos tienen menos ajustes eléctricos y prescinde de la cámara 360 y el Head-up Display. De esta manera, Mercedes-Benz escalonó en tres pasos su oferta para las SUVs del Segmento D (mediano).
El equipamiento de cada versión es un paquete cerrado. Sin costos extras ocultos. Es un buen mensaje para Audi Argentina, que ya se hizo famosa por tener listas de opcionales más largas que el Número Pi.
Por último, quedó hablar del baúl. Tiene sólo 350 litros: perdió 200 con respecto a la GLC normal, debido a la caída de la luneta trasera. Pero no es grave: se entiende al público que apunta esta “Coupé”. Quien quiera un vehículo familiar más espacioso tiene la “No-Coupé”.
SEGURIDAD
No hay diferencias con la otra GLC AMG-Line. Tiene siete airbags (incluye de rodillas, para el conductor), frenos ABS con asistencia al frenado de emergencia, repartidor de frenado, control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendiente, control de descenso y control de balanceo de tráiler, entre muchas otras ayudas al manejo.
Sin embargo, en un vehículo de este precio sorprende la ausencia de frenado automático en ciudad. En nuestro mercado ya hay autos mucho más baratos que lo ofrecen. Es el famoso Active City Stop, que equipan, entre otros, el Ford Focus nacional.
La GLC Urban lo único que pierde con respecto a las AMG-Line es la alerta de pérdida de presión de los neumáticos.
La Clase GLC convencional ya fue sometida a las pruebas de choque de EuroNCAP. Obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, con 95% de protección para adultos, 89% para niños y 82% para peatones.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Acá no hay diferencias. Todas las GLC en la Argentina (Coupé o No-Coupé, AMG-Line o Urban) tienen la misma mecánica.
Es naftera, de cuatro cilindros, con dos litros de cilindrada, inyección directa, turbo e intercooler. Es una evolución del motor que tiene el C 250 Avantgarde, que a su vez es una versión longitudinal del 2.0 turbo transversal que tienen los Clase A y GLA.
En el caso de las GLC, ofrece un rendimiento muy superior: 241 caballos de potencia a 5.500 rpm y 350 Nm entre 1.200 y 4.000 rpm.
Comparten también la misma caja automática de nueve velocidades (9G-Tronic, con convertidor de par), que cuenta con modo secuencial y se combina con diferentes modos de manejo (Eco, Normal, Confort, Sport y Sport Plus).
La tracción es a las cuatro ruedas, con el sistema inteligente 4Matic. En condiciones normales es tracción trasera, pero envía torque a las ruedas delanteras apenas detecta pérdidas de adherencia o una demanda excesiva sobre el acelerador. Además, tiene diferentes modos de manejo: hielo, arena, barro o pendientes.
COMPORTAMIENTO
La GLC Coupé es una SUV y tiene tracción integral, pero no es un todo terreno. Olvidate, ni lo intentes, porque ni siquiera se puede encarar un off-road light, como sí ocurre con la GLC convencional. Esta “Coupé” tiene neumáticos 100% para asfalto y además viene con menor despeje del suelo.
En este tipo de vehículos, la tracción integral puede ser un gran aporte a la seguridad sobre terrenos resbaladizos: pavimento mojado o con hielo. Pero nada de excursiones a los médanos y, menos aún, al barro.
Olvidate también de las calles en mal estado o con adoquines deteriorados. El andar de esta “Coupé” es realmente duro, áspero e incluso seco. Pero aún cuando hay lomos de burro o tachas amarillas. Los amortiguadores delanteros tienen poco recorrido y tienden a hacer tope en compresión, cuando hay un bache o un reductor de velocidad. Además, los neumáticos tienen perfil bajo y el hecho de que sean Run-Flat no aportan al confort de marcha. Todo lo contrario.
¿Es un vehículo incómodo? No, nuestras calles incomodan a este tipo de vehículos, que es muy distinto. El hecho es que cuando encontrás una avenida bien pavimentada o una autopista en buen estado, la GLC 300 Coupé es una bomba 2.0 turbo.
Los neumáticos y el centro de gravedad más bajo contribuyen a mejorar el desempeño en curvas. La carrocería inclina menos y el nivel de adherencia es muy elevado. Su comportamiento dinámico es más “Coupé” que su silueta mentirosa.
Los 241 caballos se sienten como si fueran bastante más y eso es mérito de la excelente caja automática de nueve marchas. En modo Sport+, la dirección se vuelve un toque más pesada, la respuesta del acelerador es inmediata y hasta el sonido del escape se siente más ronco.
Las prestaciones son muy buenas para un vehículo de este tamaño y peso. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 222 km/h. El consumo medio tampoco está nada mal: 9,8 litros cada 100 kilómetros. Una vez más, es mérito de la combinación motor-caja, que permite viajar a 120 km/h en novena, con el motor regulando a 1.800 rpm.
Por supuesto, el torque en baja y el sonido no se parece en nada a lo que ofrecían las viejas GLK con motores de seis cilindros. El consumo que tenían tampoco se extraña, desde ya.
Para quienes no les importe el consumo y quieran sonido, torque y potencia a raudales, Mercedes-Benz Argentina ya confirmó que este año agregará las versiones deportivas AMG a casi toda gama de SUVs.
En el caso de este segmento, llegarán las GLC y GLC Coupé 43 AMG 4Matic. Tienen motores V6 3.0 turbo con 367 y 520 Nm. Los precios rondarán los 150 mil dólares.
CONCLUSIÓN
Mercedes-Benz espera vender 200 unidades de la GLC 300 Coupé este año en la Argentina. Es un número importante, teniendo en cuenta su precio de 96.500 dólares y lo poco práctica que resulta para la realidad de nuestras calles.
Pero el boom de ventas de los autos premium en nuestro mercado sigue imparable y hay un público que está buscando novedades. En este caso, no se trata del tradicional seguidor de Mercedes-Benz, que se mantiene fiel a la marca incluso en tiempos de crisis.
Es un usuario que prioriza el diseño, la calidad de materiales y las prestaciones incluso por encima del confort de marcha. O que tiene la suerte de moverse por zonas con pavimentos perfectos.
Pero volvamos al principio: la GLC 300 Coupé es un clon de la BMW X4, que tiene dos versiones que encajan justo en los extremos de la Mercedes: 245 y 306 cv, entre 88.900 y 114.900 dólares.
¿Cuál comprar?
¿Qué importa?
El juego acá consiste en nunca, jamás, pasar desapercibido.
Carlos Cristófalo
Producción fotográfica: Rafushka
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Una SUV con estética de “Coupé”.
Esa es la propuesta de la Mercedes-Benz GLC 300 Coupé.
Así como la GLE Coupé imitó a la BMW X6, la GLC Coupé clonó a la X4.
La habitabilidad no se ve afectada por la silueta. Sólo la boca de acceso a las plazas traseras es más estrecha.
Ah, sí. Y la visibilidad por la luneta quedó anulada casi por completo.
Por suerte, viene con el nivel de equipamiento AMG-Line. Completísimo.
Incluye cámara de retroceso con visión panorámica.
Desde la ostentosa tablet también se comandan los diferentes modos de manejo.
La GLC Coupé viene con terminaciones en fibra de carbono sobre la consola central.
Instrumental completísimo. Y clarísimo.
La calidad de terminación y los materiales son de primer nivel.
El baúl perdió 200 litros de capacidad con respecto a la GLC convencional.
Y no tiene neumáticos de uso mixto: son 100% para asfalto.
La combinación motor-caja es lo mejor de este producto.
El comportamiento dinámico es más “Coupé” que su silueta.
Pero lo que importa es no pasar nunca -jamás- desapercibido.
Un Mercedes-Benz que no apunta al usuario tradicional de la marca.
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FICHA TECNICA
Modelo probado: Mercedes-Benz GLC 300 Coupé 4Matic
Origen: Alemania.
Precio: 96.500 dólares (versiones GLC no-Coupé desde 84 mil dólares)
Garantía: Dos años, sin límite de kilometraje.
Comercializa: Mercedes-Benz Argentina (www.mercedes-benz.com.ar)
MOTOR
Tipo: Naftero, delantero longitudinal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro, distribución variable, inyección directa, turbocompresor, intercooler y Start&Stop.
Cilindrada: 1.991 cc
Potencia: 241 cv a 5.500 rpm
Torque: 350 Nm entre 1.200 y 4.000 rpm
TRANSMISIÓN
Tipo: tracción integral de acople automático, con sistema 4Matic y cuatro modos off-road.
Caja: automática-secuencial, de nueve velocidades, con cuatro modos de seteo.
CHASIS
Suspensión delantera: independiente, tipo multibrazo con paralelogramo deformable, resortes helicoidales, barra estabilizadora y amortiguadores presurizados.
Suspensión trasera: independiente, tipo multibrazo con paralelogramo deformable, resortes helicoidales, barra estabilizadora y amortiguadores presurizados.
Frenos delanteros: discos ventilados
Frenos traseros: discos ventilados
Dirección: de piñón y cremallera, con asistencia eléctrica y cuatro modos de dureza.
Neumáticos: Hankook Ventus S1 Evo2 235/55R19 RunFlat (sin rueda de auxilio)
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 222 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,3 segundos
Consumo urbano: 10,9 l/100km
Consumo extraurbano: 8,4 l/100km
Consumo medio: 9,8 l/100km
MEDIDAS
Largo / ancho / alto: 4.732 mm / 1.890 mm / 1.602 mm
Distancia entre ejes: 2.873 mm
Despeje del suelo: 155 mm
Peso en orden de marcha: 1.845 kilos
Capacidad de baúl: 350 / 1.250 litros
Capacidad de combustible: 50 litros
EQUIPAMIENTO
Doble airbag frontal delantero
Doble airbag lateral delantero
Doble airbag de cortina
Airbag de rodilla para el conductor
Tracción integral permanente 4Matic con sistema electrónico de tracción 4ETS.
Neumáticos Run-Flat con propiedades de rodamiento de emergencia.
Programa electrónico de estabilidad (ESP) y sistema de control de tracción (ASR).
Sistema antibloqueo de frenos (ABS) y servofreno de emergencia (BAS).
Sistema de frenos Adaptative Brake, incluyendo la ayuda de arranque en pendientes, función de frenos secos y función Holg.
Función Start&Stop
Attention Assist (monitoreo del cansancio del conductor).
Control de la presión de los neumáticos.
Extintor de incendios montado debajo del asiento del conductor.
Luz de freno adaptativa intermitente.
Retrovisores con antideslumbramiento automático y abatibles eléctricamente .
Luces de leds adaptativas
Barras longitudinales de aluminio en el techo.
Llantas de aleación AMG de 19″
Paquete estético exterior AMG Line.
Alfombras de velours AMG.
Asientos delanteros calefaccionados, regulables eléctricamente, con memorias (incluyendo columna de dirección y retrovisores exteriores) y apoyo lumbar con cuatro vías de ajuste.
Volante multifunción AMG de tres radios en cuero napa de color negro, sección inferior plana, 12 teclas de manejo y levas de cambio.
Portón trasero Easy-Pack con accionamiento eléctrico para apertura y cierre.
Sistema multimedia Command Online con CD/DVD, navegador, ranura para tarjetas de memoria SD, visualizador color de 8″.
Paquete Keyless-Go.
Molduras de fibra de carbono AMG.
Paquete de alumbrado y visibilidad.
Asientos con tapizado simil cuero Ártico
Climatizador automático de dos zonas Thermatic.
Control de velocidad crucero Tempomat con limitación variable de la velocidad Spedtronic.
Sistema Head-Up Display
Limpiaparabrisas con sensor de lluvia.
Media Interface (conexión para base dock de 30 clavijas Apple, micro USB, conector lightning de Apple).
Sistema Parktronic con ayuda activa para estacionar y cámara de 360º.
Alarma antirrobo con protección antirremolcado y sensor de rotura de cristal.